sábado, 30 de enero de 2010

Federer - Murray...viejos conocidos.


La final del Abierto de Australia 2010 presenta un panorama prometedor de buen tenis. Murray jugó a un alto nivel las últimas dos semanas y ha
demostrado que puede ganar en las instancias decisivas; claro está que ahora debe vencer en una final grande y sobre todo, despojarse de la presión que toda Gran Bretaña carga sobre él.

Por otro lado Roger Federer, que además de ser g
arantía de gran tenis es ya un habitué de definiciones de G.S y en cada presentación hace más grande su leyenda.
En la previa, todo parece indicar que gran parte del partido puede definirse por lo que haga o deje de hacer el gran suizo; no por subestimar al escocés, sino que uno imagina que será Federer el que arriesgue más y proponga algo "distinto" (a través de gol
pes variados) para no entrar en la famosa "telaraña" de Murray.


Andy, por su parte deberá arriesgar más de lo acostumbrado si quiere granar Australia. Conseguir 3 set ante Federer no será tarea sencilla si sólo apuesta al error del suizo y es conservador en momentos claves. En los primeros encuentros en los que Murray venció a Federer esa receta le funcionó pero ahora es una final de Grand Slam y las exigencias son otras. No sólo por el escenario, sino que además el Federer de G.S es diferente al de torneos Masters 1000 o ATP.
En cuanto al suizo la ecuación resulta bastante simple. Si mantiene regularidad con el drive y ajusta su revés en defensa y ataque complicará mucho a Murray. Por otro lado, si logra sacar a buen nivel seguramente ganará en confianza y en base a ese rendimiento podrá construir su propio partido.
Pero si las dudas aparecen en Federer y su drive no lo acompaña durante el match, Murray tendrá ante sus ojos la oportunidad de su vida. Y ahí sí el partido dependerá más de lo que pueda arriesgar Andy, que lo que haga o deje de hacer Roger.

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