jueves, 28 de enero de 2010

Está intratable...


Andy Murray confirmó lo que venía insinuado desde principio de año, tiene tenis y el nivel suficiente como para hacer cosas grandes en Slams. Anoche venció a Marin Cilic en cuatro set y se clasificó a su primera final en el Abierto de Australia.

El británico tuvo que sufrir en el primer set hasta encontrarle el punto clave al juego del croata. Corrió, luchó y manejó casi a la perfección los mementos del match. Y es básicamente en este último punto donde hay que poner atención. La nueva versión de Murray muestra una considerable mejora en el manejo de la presión, y en el Abierto de Australia lo ha demostrado en cantidad. Recuerdo los primeros games del partido ante Rafa Nadal
por ejemplo.

Sin embargo, a Murray le está faltando arriesgar un poco más de lo que su impecable regularidad le permite. Si deja de ser conservador en momentos críticos llegará lejos, sobre todo si lo hace el domingo en la final, y más aún si tiene en frente a Roger Federer.


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