sábado, 23 de mayo de 2009

Gaudio y el regreso más deseado


"Gato" merecía una oporunidad para participar en su querido Roland Garros. Y los organizadores del segundo Mayor del año asi lo entendieron. Segurmente su actual nivel no sea el suficiente para dar con el "target" tenístico que requiere un Grand Slam, pero sin dudas, el pasado de Gaudio en París es un argumento demasiado fuerte para negarle la participación en el cuadro principal.
Todo comenzó el 6 de junio de 2004, cuando las manos de Gaudio tocaron el trofeo de los Mosqueteros y su nombre quedó grabado para siempre en la base del mismo, y en la historia del tenis mundial.
Entonces, ¿ Como decirle "NO" a un ex campeón que desea jugar una vez más el torneo que alguna vez fue suyo?. Imposible.
De esta forma, Gastón Gaudio participará en el certamen que más le gusta. Intentará dejar de lado todo lo malo que le ha pasado en los últimos años para regalar la mejor imagen en "Rolanga". Y buscará, por que no?, alguna chance de seguir haciendo historia.
Serguramente, su mente será más rival que cualquiera que tenga en frente, y dependerá de esto, lo que pueda hacer en el torneo.
Aún conservo la ilusión de verlo en lo más alto. De poder disfrutar una vez más de su fantástico revés y sus excelentes demostraciones de talento.
Todavia guardo ( y seguramente las fanáticos del tenis también) el sueño de vivir una final con argentinos en este maravilloso torneo, y que nos regale las mismas emiciones ( con Gaudio siempre es posible) de aquel domingo histórico para nuestro tenis.
Pero seguiré soñando, porque estoy seguro que eso es lo que esta haciendo Gato Gaudio ( aunque no lo diga) en este momento. Sueña con volver a ser el que fue y con tener otra véz ese 6 de junio de 2004.
Los sueños son sueños, y nadie creerá que él puede conseguir todo eso, pero en 2001 nadie creía que Goran Ivanisevic podía ganar Wimbledon con un Wild Card y lo hizo; aunque este dato solo sirva para agregar un poco de suspenso...
Gaston Gaudio jugará Roland Garros y ese es el primer paso...
Va este video para que recuerden esa fantástica final.

jueves, 7 de mayo de 2009

Nadal:La maquina de ganar.

A los 22 años se ha convertido en uno de los jugadores más ganadores de la historia.
¿Hasta cuando podrá mantener su superioridad?
Sin dudas, el joven español tiene un talento único que le permite lograr las victorias más destacadas del circuito. Pero, ¿qué lo hace a Rafael Nadal tan diferente al resto?

Físico:


Es la base de todo su juego. El motor de una defensa extraordinaria (sobre todo en canchas lentas), que le permite llevar los encuentros a los puntos largos y desgastar poco a poco a sus rivales. A demás, genera en quien tiene al frente una impotencia que posteriormente afecta en su juego.

Condición de zurdo:


Todo jugador que tenga esta característica resulta una complicación para cualquier rival diestro, ya que los efectos se invierten y las salidas al revés o drive deben pensarse antes de ejecutarse debido a que la mayoría de los tenistas están acostumbrados a jugar con derechos.
Pero en el caso de Nadal la ventaja aumenta gracias al top spin (bola que lleva mucho efecto, y gira a gran velocidad sobre sí misma) que le da a sus tiros, y con esto, consigue lastimar de manera notable el revés de sus contrincantes.

Revés:


Es la génesis de cada punto que gana. Si bien no es el lado de mayor virtuosidad de su juego, con el da el primer paso para sacar a sus rivales de la cancha (utilizando buenos ángulos) y generar espacios para que pueda definir con su drive.

El servicio:


Sin dudas, es el rubro donde mantiene mayor regularidad. Lo utiliza al máximo cuando se encuentra break abajo. Conceptualmente es correcto.
Es notable la mejoría que presentó en este aspecto luego de 2006. Su buen saque fue vital para que ganara Wimbledon.


Devolución:



Lo complementa muy bien con su capacidad física, que le permite trasladarse al lugar donde se dirige el servicio de quien tiene enfrente, y en varias ocasiones consigue incomodar a su rival.


Mentalidad:


Es su gran secreto. Lo que le permite diferenciarse del resto en los momentos decisivos. En este aspecto, no perdona, y eso lo convierte en el mejor.
En la actualidad, el tenis es un deporte en donde las capacidades y las virtudes de los jugadores no son suficientes para hacer la diferencia, porque todos tienen niveles superlativos. Y Nadal sabe que la mentalidad y la convicción es vital para salir airoso de momentos claves, y por este motivo, no da ventajas.



La defensa:


Es su mayor virtud. Apoyado en su condición física, genera todo tipos de alternativas para neutralizar el ataque de su oponente. Lleva los partidos al desgaste, donde sabe que es mejor que el resto. Y además exige a su rival a que aumente su porcentaje de precisión para ganarle los puntos.
De esta forma, su capacidad de defender se convierte automáticamente en contraataque, y lastima constantemente a quien tiene en frente.
Si alguien quiere aprender a defender, definitivamente debe mirar a Rafael Nadal.

sábado, 2 de mayo de 2009

Roger Federer: El hombre que quiere ser leyenda.





A los 27 años lo ha ganado todo, soló le falta conseguir una victoria: el decimocuarto Grand Slam.


En el court central del All England Lawn Tennis and Croquet Club un jóven de diecinueve años derrotaba a la máxima leyenda que había dado el tenis mundial. Arrodillado en el césped londinense y con lágrimas en los ojos, el hasta el momento desconocido suizo parecía estar viviendo un sueño.
En frente, apoyado en la red estaba Peter Sampras, quien esperaba para saludar a su vencedor. Aquel día sin saberlo, el norteamericano se despedía de Wimbledon. Pero simultáneamente la gloriosa historia de Roger Federer acababa de comenzar.
Seguramente aquella victoria fue el puntapié inicial para que el por entonces inmaduro pero talentoso jugador helvético pudiera sentirse capaz de vencer a los mejores y de consolidarse en el circuito profesional.
En 2003, el ascenso sería vertiginoso. Luego de sorprender al mundo con un juego casi perfecto, Roger comenzó una carrera cargada de grandes triunfos y llena de elogios. Su primer gran paso fue conquistar Wimbledon venciendo en la final a Marck Philipuisis. Más tarde, llegaría el Master de Houston, que entre otras cosas, le daría la posibilidad de terminar como número dos del mundo detrás de Andy Roddick. Pero pocos se imaginaban que aquel día, Roger Federer emprendería una despiadada carrera en la que aniquilaría todos los records que hasta el momento existían.
El 2 de febrero de 2004, tras quedarse con el Abierto de Australia, llegaría a la cima del ranking mundial, posición que no abandonaría hasta 2008, luego de batir la marca de permanencia como el mejor de todos, acumulando 237 semanas (Jimmy Connors poseía el record con 161). A éste, se le sumó las 19 semifinales consecutivas de Grand Slam( que aún continúa abierta), dejando atrás el record que ostentaba Ivan Lendl con diez.
Entre otras, el suizo posee las marcas de: mayor racha de victorias consecutivas en finales (24) y primer jugador en la historia en ganar cinco veces consecutivas dos torneos de Grand Slam diferentes (Wimbledon y U.S Open).
Es el único tenista que ha ganado 8.3 millones de dólares en premios en una temporada en el 2006. Sampras había logrado 6.4 millones dólares en 1997. Sin embargo, Federer rompió su propio récord en 2007 con 10.130.620 dólares.
Entre otros registros, el suizo es el primer tenista en ganancias, contabilizando solamente los premios en torneos, con $45.318.757, superando el anterior récord en poder de Sampras de $43.280.489.
Además, es el único en la historia en haber ganado trece torneos de "Grand Slam" en sólo seis años (2003-2008).
De esta manera, es imposible no preguntarse cómo hace el suizo para encontrar más motivaciones cuando ya lo ha ganado todo.
Pero más allá de la grandeza que marcan sus logros, el verdadero premio para Roger Federer es el reconocimiento del mundo del tenis. Desde su aparición en los primeros planos del circuito profesional, muchos se animaron a asegurar que el talentoso suizo sería el mejor tenista de todos los tiempos, y desde entonces busca ese galardón.
Sin embargo, para ser el más grande deberá alcanzar la marca de Pete Sampras (14 Mayors) cosechando un título más de Grand Slam, lo que lo colocaría, indiscutiblemente en lo más alto de la historia.
Sin dudas, ésta sería la mayor motivación para un tenista que ha conseguido todos sus sueños y que apenas tiene 27 años. Pero deberá aferrarse a ese objetivo para permanecer en la lucha del circuito, donde la juventud de Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray es la dueña de las acciones.
Si el suizo consigue el tan esperado 14to Grand Slam, no sólo estará convirtiéndose en el más grande tenista de todos los tiempos, sino que estará derrotando otra vez a aquel hombre que venció en el comienzo de esta historia.